La Historia de Nuestro Comienzo
El Viaje de Febico
'FEBICO' (Bio-Tech Co., Ltd. del 'FAR EAST') fue establecida en 1976 durante las etapas iniciales de producción de chlorella y spirulina en Taiwán. Febico comenzó como proveedor y productor para muchas empresas japonesas, algunas de las cuales son marcas reconocidas a nivel mundial en el mundo de la clorela hoy en día. Las empresas o productos japoneses han sido conocidos por su calidad y confiabilidad en el pasado, y la razón por la cual las empresas japonesas eligieron Febico como su proveedor fue debido a la capacidad de Febico para ofrecer productos de alta calidad.
La planta de producción de Febico se encuentra en una zona libre de contaminación en Ping-Tong, justo debajo de la montaña Da-Wu. Nuestro fundador, el Sr. Chiueh, eligió este sitio debido a los recursos naturales de la zona, como la temperatura promedio anual de alrededor de 25℃, suficiente área para el cultivo con un entorno no contaminado y agua natural de manantial de la montaña Da-Wu. De hecho, el área elegida para ubicar nuestra planta estaba tan virgen e incontaminada que ni siquiera había líneas telefónicas. El fundador de Febico fue muy persistente en elegir un sitio de cultivo donde no exista contaminación, y este lugar se consideró como la ubicación perfecta para el cultivo de la chlorella y la espirulina.
Desde las etapas iniciales donde los empleados de Febico tenían que plantar postes telefónicos uno por uno solo para tener comunicación con el mundo exterior, hasta los últimos logros de numerosos premios de biotecnología. Febico se ha convertido en un productor de renombre mundial de productos nutricionales, cosméticos y biomédicos. Febico continúa haciendo lo que mejor sabe hacer, que es cultivar sus microalgas de calidad premium, como la espirulina y la chlorella. Hoy, Febico se ha transformado en una empresa que produce una línea única de suplementos dietéticos derivados de microalgas autoproducidas. La visión y objetivo de Febico es proporcionar suplementos dietéticos de alta calidad que estén científicamente comprobados como efectivos, para que el mundo pueda convertirse naturalmente en un lugar mejor.